¿Eres emprendedor? ¿Te has lanzado al fin a hacer realidad tu sueño de tener tu propio negocio? Pues tengo que decirte que necesitas mucho, mucho, tener un sitio web.
Sí, todos lo tienen. Pero esa no es la única razón para que tú crees el tuyo, y mucho menos la más importante. No se trata de moda, no es para estar a tono con la tendencia actual de que todos quieren “estar en internet”.
Existen razones prácticas, y de mucho peso, que justifican por qué tener un sitio web. Aquí te las digo todas:
La meta final de todo negocio o emprendimiento es VENDER ¿no es cierto? Pero, llegar a ello es imposible si nadie te ve. Por eso, la visibilidad es fundamental.
En otras épocas, el mundo empresarial se valía, principalmente, de la televisión para colocarse a la vista de la mayor cantidad de público posible. Y todavía lo hace. Pero, algo ha desplazado a ese medio, y se ha adueñado del primer lugar: Internet.
Así que, cuando nos referimos a hacerte visible, estamos hablando de alcanzar visibilidad en internet.
Para esto, es imprescindible que tengas un sitio web. Tu propio espacio en la red de redes, a donde van todos a buscar lo que necesitan, es el primer paso en el camino que conduce al éxito.
¿Qué es lo primero que necesita todo cliente potencial antes de decidirse a comprar? ¡Información!
En tu sitio web colocarás toda la información que las personas van a querer para convertirse en tus clientes.
Un sitio web es la forma más expedita y efectiva para que los usuarios entiendan lo que ofreces. La comprensión es vital: Cerrar una transacción se dificulta mucho si hay malentendidos. Un sitio web que contenga todos los elementos necesarios para una buena relación comercial, clara y precisa, facilita que se concreten las ventas exitosamente.
El tiempo es oro, dice el refrán. Se aplica a todas las cosas de la vida, y también en los negocios.
A través de un sitio web las características de tu producto o servicio estarán disponibles para todo el mundo, a la vez. No tendrás que invertir tiempo en explicaciones cliente a cliente, uno por uno.
Si tu sitio es funcional, el usuario sabrá todo lo que necesita, y tomará su decisión, de manera expedita. Las transacciones están a la distancia mínima de un click.
El precio es uno de los elementos principales que valora el futuro comprador, además de la calidad, la disponibilidad, etcétera. En las épocas en que la actividad de mercadeo se realizaba persona a persona, no faltaba el regateo, el conocidísimo tira-y-afloja previo a que se concretara una transacción.
Hoy, sin embargo, el avance de las tecnologías de la información y las comunicaciones ha traído de la mano nuevas formas de hacer comercio. Tú sabes cuándo vale tu trabajo, tú te fijas tu límite: Por menos de esto, no transo.
En tu sitio web dejas bien establecido el tema de los precios, en blanco y negro, sin margen para la confusión. El cliente valora, y cuando acepta, es obvio que tiene claro el costo de lo que está solicitando. Queda fuera toda posibilidad de eventos desagradables, que arruinan la buena salud de las relaciones comerciales.
Un sitio web es la mejor carta de presentación de una empresa hoy en día. Olvídate de las tarjetitas y los panfletos, hoy se usan, sí, pero no son más que herramientas extra de marketing.
Un sitio web es la cara de tu empresa frente al mundo. Tener tu negocio, tienda, o lo que sea que emprendas, presentado a través de un sitio web bien estructurado, con un diseño coherente y elegante, aporta valores de profesionalidad, seriedad y competencia.
Ya ves, tienes que aprovechar todas las ventajas de tener un sitio web. No te quedes atrás, porque el progreso no espera por nadie.
Con nosotros, en Weblabor, podrás tener tu propio sitio web, justo a tu medida. Una plataforma hecha por y para ti, con garantía de eficiencia absoluta, cómoda y funcional.